Asma LAMRABET

La mujer en el Islam, entre estereotipos de Occidente y realidades sociales: unas perpectivas de liberacion…

Asma Lamrabet
Cuenca (Espagne) 03-02-2010

 Es siempre  muy difícil e incluso delicado hablar de la mujer  desde un enfoque religioso cualquiera que sea esa religión...Y es todavía más complicado hacerlo a partir de la perspectiva de una  mujer musulmana... Vengo de un mundo donde tomar la palabra para hablar de lo sagrado es un desafío y es mucho más problemático cuando esta palabra es critica de la realidad de las sociedades islámicas....Es también un desafió tomar la palabra como mujer musulmana frente a los occidentales   para quienes simbolizo, normalmente, la víctima por excelencia de un  Islam lejano y bárbaro.... Es asombroso ver la cantidad de estereotipos que se acumularon alrededor de este tema de la mujer y de su supuesta opresión por el  Islam, hasta el punto de ocultar todas las demás formas de injusticias vividas por otras mujeres a través del  mundo. 

 Sabemos todos perfectamente  que nuestro mundo esta  regido por un sistema hegemónico patriarcal  y que  está sometido, desde siempre, a un orden sexista que, trasciende todas las civilizaciones, las culturas y las clases  sociales. Esta cultura de discriminación hacia las mujeres, inherente a la historia de la humanidad, parece ser,  desde los orígenes, instigada e incluso justificada por todas las tradiciones religiosas.

 El contencioso entre las mujeres y las religiones en general parece ser muy grave y será muy difícil a quienquiera de negarlo! ¿Pero si esto ha sido probado por la historia, si los sistemas religiosos han  sido desde siempre las principales fuentes de opresión de las mujeres, que pasa hoy con nuestro mundo moderno, este mundo que supuestamente  se liberó del referencial  religioso?  ¿Habría desaparecido totalmente la opresión de las mujeres? ¿Verdaderamente se han resuelto todos los problemas en relación con  la igualdad entre mujeres y hombres? ¿Han logrado las  mujeres conseguir  finalmente todos sus derechos? ¿Alcanzaron este ideal tan esperado de la emancipación y de la igualdad en derechos?

 Me permitirán ustedes dudar de eso y cualquiera que observa  el mundo actual podrá darse cuenta fácilmente que la lucha de las mujeres por más derechos y justicia es una lucha que se inscribe con recurrencia en su historia y que tiene todavía un largo camino que recorrer.

 Hasta en las sociedades donde la "ausencia de la religión " es evidente que las manifestaciones plurales de esta cultura de  opresión femenina están allí, transversales a todas las demás formas de dominación y de explotación, como   políticas discriminatorias entre  profesionales,  violencia física cada día  más grave,  globalización  económica fuente de  precariedad social más marcada para las mujeres, sin hablar de las situaciones de guerras y de  conflictos interminables donde las mujeres son, innegablemente, las principales víctimas.  “En la mayoría de los países del mundo, las mujeres están expuestas a la violencia y a la discriminación " es, en resumen, lo que informa un libro recientemente publicado  en  Francia bajo este título evocador: ‘’del libro negro de la condición de las mujeres’’

 Pero  podemos preguntarnos aquí  si son   verdaderamente las religiones, como tales, que oprimen o es una realidad social colectiva que se reapropia la religión  y la reformula según una representación ideológica que le conviene para afirmar sus poderes.  Es  cierto que la religión al introducirse en un orden social  donde  prevalece una  jerarquía  sexualmente establecida, no tiene más remedio que  confundirse con este orden para sobrevivir.

 Y la verdad es que  parecemos estar confrontados con una contradicción real : por una parte, todas las tradiciones religiosas se presentan como portadoras de un mensaje de paz, de amor y de justicia, emanando de un Dios que al crear al ser humano, hombre o mujer, le creó ineluctablemente libre y digno. Pero, por otra parte, todas estas tradiciones religiosas parecen contribuir a una cierta preponderancia del hombre  en  la realidad social y aparecen como siendo uno de los principales factores de discriminación con respecto a las mujeres.

 Esa cultura de  opresión en  nombre de la religión parece ser universalmente aceptada, aunque algunos tendrán cuidado  de distinguir, entre las diferentes formas de discriminaciones religiosas....Hay evidentemente discriminaciones que son "bárbaras y brutales", pensemos en lo que pasa en partes del mundo islámico como Irán,  Afganistán y otros.... y claro, hay las que son " soft y suaves", dicho de otra manera, más tolerables, como en el mundo occidental judeocristiano: es decir, seamos conscientes para no hacer, en absoluto, una amalgama entre una discriminación bárbara inherente al Islam y las discriminaciones   más "civilizadas " de las demás religiones!

 Este  tipo de afirmaciones son realmente intolerables e indignantes y no se pueden aceptar estas diferentes "opciones" de la opresión de las mujeres porque no puede haber "jerarquización" de la opresión o estigmatización de un particularismo en comparación con otros.  Es verdad que las formas de opresión que existen a través del mundo actúan  en diversos grados, pero esto no legitima destacar  una opresión sobre las demás por el   sólo hecho de pertenecer a una cultura particular!

 Como musulmana y creyente, estoy totalmente convencida de que el mensaje Divino es Uno y que ningún texto sagrado,  sea judío, cristiano o musulmán,  puede justificar una  injusticia cualquiera sea su origen.

 Lo esencial del mensaje transmitido por  Moisés, Jesús y Mohammed -Que la paz sea con ellos-  es ante todo un mensaje de liberación. Oprimir a la mujer en el nombre de un mensaje espiritual no es sólo traicionar a este mensaje sino estar en contra de lo que hay más sagrado en la historia de la espiritualidad humana a saber:liberarse de todas las opresiones...

 Es evidente que son  las diferentes " instituciones religiosas " quienes al proclamarse ‘’Guardianas de lo Sagrado ",   han pervertido profundamente el sentido y la finalidad del mensaje espiritual original erigiendo todo un sistema de exclusión de las mujeres.

 Es asombroso ver como en  prácticamente todas las lecturas religiosas vamos a encontrar los mismos esquemas de dominación masculina superpuestos a cada una de las tradiciones monoteístas.

  Las categorías superadas por el mensaje divino en su espíritu van a ser reinstauradas con el fin de dejar lugar a sistemas de dominación política masculina, donde las mujeres serán apartadas e  incluso a veces excluidas en nombre de lo sagrado.

 Si en el mundo judeocristiano la lucha de las mujeres está bien establecida,  un debate crítico sobre las lecturas religiosas que están en el origen  de la desigualdad  hombres - mujeres, parece haberse iniciado,  desde hace tiempo, en el Islam, este discurso empieza a manifestarse aunque enfrentado a muchas dificultades.

 En tierra del Islam, las mujeres estuvieron por mucho tiempo y todavía lo están en  ciertos sectores de las sociedades, mantenidas en un estado de ignorancia y de marginación tales, que el estatuto de inferioridad que les estaba destinado parecía ser a sus ojos a la vez eterno y natural ya que, estructuralmente, estaba relacionado con su condición innata de mujeres y peor todavía porque había sido decretado por Dios.

 Aunque  en el Islam, no existe un sistema clerical  propiamente dicho,  hubo a través de la historia de la civilización islámica, la instauración tácita de una institución "sabia " y esencialmente masculina, que, por el contexto sociocultural se apropió el derecho de legislar en nombre de Dios y esto fue perceptible especialmente en torno a  dos cuestiones esenciales: la mujer  y  la cuestión del poder político. Dos problemáticas,  que según mi humilde opinión,  quedan estrechamente relacionadas. La mujer musulmana fue - y todavía  es,  víctima de un doble despotismo: el patriarcado y la autocracia.

 El mensaje espiritual del Islam, quien, de un cierto modo,  permitió una evolución y una liberación de las mujeres con relación al contexto de la época, fue rápidamente  desviado por las costumbres patriarcales discriminatorias. Hubo una  reorientación del discurso religioso hacia una restricción de las libertades adquiridas  en el nombre de una moral religiosa totalmente vaciada de su esencia espiritual.

 El espíritu de esta dinámica de liberación iniciada por la revelación ha sido verdaderamente usurpado  y el impulso dado a la condición de la mujer musulmana ha sido minimizado progresivamente  clausurando todas las salidas que ofrecen las nuevas orientaciones espirituales. Durante siglos hemos asistido  impasiblemente a una regresión irreversible de la condición de la mujer musulmana la que, desde luego, empeoro durante la decadencia de la civilización islámica.

 El choque  con la civilización occidental fue todavía más devastador para la situación de la mujer ya que esto se hizo esencialmente bajo la apariencia de una " misión civilizadora " cuya vocación colonialista dejó traumatismos "dolorosamente perceptibles" hasta el día de hoy.

 Creo que a este nivel  habría que recordar que uno de los principales motivos del rechazo del mundo musulmán a  cierta modernidad y especialmente a lo que esta relacionado con la emancipación de la mujer, es debido a los efectos tendenciosos de una colonización que hizo todo lo que pudo para oponer religión musulmana y modernidad occidental.

 El mundo musulmán al protegerse contra el intruso, encerró primero a la mujer musulmana en el fondo  de una ignorancia cuyo precio se paga hasta nuestros días. El proyecto de liberación de las mujeres tal como se vive en occidente fue percibido durante mucho tiempo como un proyecto colonialista al cual había que resistir porque toda tentativa de asimilación   podía ser interpretada como una forma de traición hacia la identidad musulmana.

  Sin embargo,  hay que reconocer que la evolución de la situación de las mujeres musulmanas desde hace varias décadas  ha sido realmente impresionante. A pesar de la diversidad sociocultural de estas mujeres que lejos de formar  un bloque monolítico de " mujeres víctimas" - tan popular en occidente, actualmente surge una verdadera ‘’conciencia femenina  musulmana’’ que en cada país trata de cuestionar el orden social tradicional sin por esto perderse en un mimetismo ciego con modelo occidental.

 La cuestión  de la mujer en el mundo musulmán siempre ocupó el centro del debate. Sin embargo, la novedad actual es que en el corazón de este debate están  las propias mujeres que  tratan de recuperar el discurso espiritual con el fin de reapropiarse lo que siempre estuvo en  manos de los hombres:  su destino.

 Numerosas mujeres intelectuales y universitarias, viviendo en  tierra del Islam pero también en occidente, gracias a sus investigaciones académicas, científicas y teológicas, están ‘’deconstruyendo’’ muchos prejuicios relacionados con esta cuestión. Están denunciando el doble discurso protagonizado por algunos  representantes del Islam que siguen afirmando que el Islam es justo hacia las mujeres mientras en la práctica hacen exactamente  lo opuesto a estas afirmaciones. 

 Existe una contradicción evidente entre un discurso islamico muy oficial y la realidad de las sociedades islamicas   que se dicen respetuosas de los valores espirituales pero donde se justifica las peores discriminaciones.  Desde los crímenes de honor practicados en ciertas regiones,  a los matrimonios forzados, pasando por unas juridicciones  obsoletas donde se mantiene a las mujeres en posiciones infravaloradas y como menores  por la vida . La lista de las discriminaciones es larga y permanece desgraciadamente avalada por una cierta lectura  del Islam.

 Es  releyendo los textos originales y revalorizando todos los datos históricos que algunas mujeres (y hombres también) se dieron cuenta de que nada en el mensaje del Islam puede justificar esta situación impuesta a la mujer.  En cambio, se constató que la mayoría de las interpretaciones del Islam no son ni  manifestaciones de la voluntad divina ni de un sistema social completamente definitivo, sino más bien construcciones humanas que se plasmaron con el tiempo,   en los ‘’pilares’’ sagrados de un pensamiento islámico completamente cerrado.

 Mientras que el texto mismo ofrece una muy importante flexibilidad para que pueda adaptarse a cada realidad social, generaciones de sabios van a limitarse, cada uno un poco más, a interpretaciones inmutables y rígidas que respondían más bien a una cierta  "fidelidad" a sus predecesores a quienes consideraban como "Infalibles".

 Al constatar este desfase efectivo entre el espíritu del texto y las lecturas  interpretativas, esa nueva dinámica femenina enfocó su energía en las interpretaciones coránicas  y pudo  poner en duda la preponderancia masculina en este dominio y así cuestionar la afirmación, según la cual, sólo los hombres tendrían la autoridad para interpretar lo que  Dios enunció en Su Libro. Durante toda la historia del Islam, ¿cómo se explica que no hayamos tenido   una sola exégesis hecha por una mujer erudita musulmana? ¿Y en nombre de qué principio islámico supondríamos que ella no tendrá este derecho cuando se sabe que hubo miles y miles de  mujeres eruditas a lo largo de esa civilización cuyos nombres fueron ocultados y marginados[1]?

 Al trabajar sobre  este vasto patrimonio, las mujeres musulmanas  van a  invalidar  ciertas teorías y prejuicios asimilados en la jurisprudencia islámica tales como:

“Las mujeres han sido creadas a partir de los hombres y para los hombres "; " Las mujeres son inferiores a los hombres ".

“los hombres  son los guardianes y los protectores de las mujeres "

 Así, numerosas afirmaciones como estas mucho tiempo consideradas como  “islámicas " van a ser cuestionadas como por ejemplo:

 - El hecho de que  la experiencia femenina que, aunque valorizada por el texto coránico, fue silenciada por la exégesis tradicional que  impuso la experiencia masculina  como  la Norma y codificó, sin fundamento, estereotipos  sobre las mujeres...

- El ejemplo de la creación es edificante. Mientras que la creación del ser humano es ilustrada en el Corán según una visión neutra que trasciende el género reflejando un mensaje de armonía original, la exégesis tradicional  va perpetuar  el mito de la primera mujer, Eva, que ya existía en las  interpretaciones monoteístas anteriores como   la creación secundaria de la mujer  y   su papel de eterna tentadora, que, hay que recordarlo, está totalmente ausente en el texto islámico.

  - Mientras que el texto coránico pone de relieve  modelos de mujeres inteligentes, de  soberanas sabias, de eruditas, de santas y de mujeres profetas, las interpretaciones clásicas  ignoran esos modelos  y relegan a las mujeres a papeles secundarios e insignificantes.

 - En el Corán encontramos, relacionado  con las mujeres, directivas realmente revolucionarias para la época: participación política,  exilio político,   contribución social,   reivindicaciones de derechos y  de libertad de expresión.... Hablando de libertad de expresión,  es una lastima constatar que en algunos países que se dicen representantes del Islam las mujeres no tienen derechos jurídicos mínimos, están bajo la tutela de un hombre de la familia (aunque sea su hijo menor), no pueden conseguir documentos sin la autorización de su tutor, no pueden votar, ni viajar solas, ni soñar con un cargo político. Todo eso en el nombre del Islam!

 En algunos países islámicos los matrimonios forzados aun se practican en nombre del Islam, mientras que los textos son  claros con este tema y establecen que un matrimonio forzado  no puede ser válido. Los problemas que encuentran las mujeres musulmanas durante el matrimonio por su condición jurídica precaria no obstante que los textos dan la  posibilidad a la mujer  para estipular en su contrato de matrimonio todas sus condiciones (derecho al divorcio, exigir condiciones  etc.) pero es una practica  casi desconocida por la mayoría de las mujeres por haber sido escamoteada por los juristas musulmanes. Son también un ejemplo  los crímenes de honor y de  ablación, imputados, sin razón, al Islam y que son costumbres ancestrales que el islam reprobó categóricamente.

 Veamos entonces que el discurso sobre la mujer tal como fue formulado en los textos originales fue resueltamente más emancipador incluso hasta opuesto al que se le propone hoy a las mujeres musulmanas de nuestros tiempos modernos! El discurso islámico actual queda enfocado alrededor de conceptos moralizadores abstractos y sobre todo muy simplistas....como el regreso de la mujer al hogar,  su sometimiento total al esposo o la manera más apropiada de vestirse....Se reduce lo esencial del mensaje espiritual a un código del vestir, a discursos perpetuos sobre los peligros de la tentación femenina y sobre los temas enfocados únicamente sobre el cuerpo de la mujer. Es decir,  deducciones humanas muy alejadas del objetivo de igualdad y de justicia del mensaje espiritual...Y parece ser que la mujer musulmana representa actualmente el ultimo bastion de una identidad islamica herida y humiliada...

 Es por eso que una relectura de los textos a partir de una perspectiva femenina es más que necesaria porque  tendría como principal objetivo  crear una verdadera dinámica de liberación de la mujer desde el interior del mundo islámico. Una dinámica de liberación iniciada por una reapropriaccion  de las fuentes pero que se hace, paradójicamente, rompiendo con las tradiciones culturales discriminatorias normalmente aceptadas. Esta dinámica que esta produciendo mutacion profunda en el mundo islamico  se expresa en un idioma cuyo referencial religioso  le confiere una cierta legitimidad puesto que no se sitúa en una lógica conflictiva sino más bien en una lógica de reconciliación entre los valores de modernidad universales y los valores espirituales revividos por la protesta femenina.

 No hay que olvidar que todos eso años de tentativas de emancipación de la mujer musulmana según un modelo importado y fuera del referencial cultural,  fallaron en dar resultados concretos en la mayoría de los países arabo-musulmanes porque siempre fueron percibidas como aculturizantes. De ahí el interés y la eficacia de tal dinámica interior que al preconizar principios éticos específicos reivindican al mismo tiempo los principios igualitarios universalmente compartidos.

 Entre el discurso de Occidente que quiere imponer un modelo unico definitivo y un mundo  musulmán que se esconde detrás de  una frágil postura  de reacción con respecto a su identidad,  habría que encontrar vías alternativas que permitan superar estas dos estrategias totalemente dificientes...Y  esta nueva dinamica de liberacion feminina  islamica es una verdadera tercer via...que puede superar todas las tensiones y las dificultades que existen dentro del mundo islamico y al mismo tiempo con  Occidente ...

 Ahí está,  según mi humilde opinión, el verdadero desafío que nos espera a todos, mujeres y hombres de nuestro mundo actual.... Superar los modelos que se suponen definitivos para hablar de los principios y valores que nos unen... y son muchos: La búsqueda del sentido espiritual que nos anima como seres humanos, la participación y el compromiso igualitario, la lucha contra todas las formas de opresión....desde la violencia conyugal y ‘’el comercio”  con el cuerpo de  la mujer...hasta todas las clases de  injusticia social, y sobre todo contra  la teorias del choque de civilisaciones que al final son mas bien choques de la desigualdad y de la ignorancias entre  el Norte y el Sur....

Reconocer y respetar la diversidad de las estrategias de liberación para construir  alianzas verdaderas al fin de reapropiarse el universal común que  es finalmente sólo una suma de las diversidades humanas.

 Dentro de las muy pocas tentativas de dialoguo que hay entre nosotros debemos tener en  cuenta el hecho de que la cuestión de la mujer musulmana no debe ser utilizada como argumento de doble filo para justificar una cierta lógica de imposición de valores occidentales, supuestamente, únicos portadores de la verdadera emancipación.

La mujer musulmana tiene el derecho a apropiarse esta modernidad sin tener que seguir un modelo predefinido de emancipación supuestamente universal... Porque lo universal no es más que una adición de la diversidad que es la verdadera riqueza de la humanidad... Y es a partir de "su" diversidad propia que la musulmana tiene el derecho de hacer sus elecciones como mujer que tiene una historia y unos orígenes específicos con el fin de contribuir de manera positiva a este universal común.

 No se  puede imponer el acceso  a la modernidad mediante  la sola y única vía de la occidentalización que suele definirse como una cierta demarcación radical con los orígenes y  la memoria espiritual. La  modernidad es más bien la capacidad de elevar al ser humano y no la de desarraigarlo...La modernidad es intentar construir un "vivir mejor " juntos, en la dignidad y el reconocimiento mutuo.

 Esto podrá hacerse sólo si todos juntos dejamos nuestros miedos respectivos, esos miedos que se arraigan en la ignorancia del otro y  nos dejamos llevar  finalmente por nuestros valores comunes....

  • [1]  Después de la muerte del profeta hubo una elite sabia de 8000 personas dentro de lo cual hubo unos 1000 mujeres eruditas, es decir una persona sobre 8 era una mujer!! 

À propos de l'auteur

ASMA LAMRABET

Native de Rabat (Maroc), Asma Lamrabet, exerce actuellement en tant que médecin biologiste à l’Hôpital Avicennes de Rabat. Elle a exercé durant plusieurs années (de 1995 à 2003) comme médecin bénévole dans des hôpitaux publics d'Espagne et d’Amérique latine, notamment à Santiago du Chili et à Mexico.

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